La croqueta es uno de los platos más ricos de la gastronomía española, tan bueno como sencillo de preparar, aunque tiene sus secretos. Se pueden encontrar buenas croquetas caseras, crujientes y deliciosas en un  restaurante con menú diario en Eixample, Barcelona , o que nos den gato por liebre y nos sirvan unas congeladas de bolsa compradas al por mayor.

Para que no nos engañen, hay algunas cosas que debemos tener en cuenta a la hora de elegir unas croquetas. La primera es que las croquetas caseras, es decir, las que no han sido elaboradas de manera industrial, sino a mano, nunca son todas iguales. Precisamente por estar hechas de manera artesanal, cada una tiene su forma particular, la que el maestro cocinero ha podido darle en cada ocasión; desconfía de aquellas croquetillas que tengan todas la misma forma y tamaño.

Si te vas a un  restaurante con menú diario en Eixample, Barcelona, deberás prestar atención también a cómo han frito el susodicho plato. Si las croquetas se fríen demasiado, se queman y adquieren un color negruzco además de perder su delicioso sabor y textura. Si en el momento de freírlas, el cocinero no espera a que el aceite esté bien caliente, las croquetas absorberán parte del mismo y quedarán bastante aceitosas, esto se nota en que la bolita parece estar húmeda, atención a esto. Si ves que está muy blanca y que se desprenden los granos de pan rallado, es que está poco hecha y tampoco funciona, ya que no adquirirá su corteza crujiente.

En el  Restaurante Nogal  tenemos las mejores tapas de Barcelona y, por supuesto, nuestras croquetas están hechas de manera artesana y con todo el cariño para que disfrutes del sabor de una de las tapas más entrañables de nuestra gastronomía, con corteza crujiente e interior cremoso que se deshace en la boca.